domingo, 8 de mayo de 2016

Resentida en la idiotez

¿Y a las mujeres quién nos salva? Si vivimos en la idiotez, cantando y cantando los sentimientos. Envueltas en palabras mariposas que vuelan sin saber a dónde, pero que saben su destino, morir en el camino.
A las mujeres nos llora el alma y ¿quién la puede parar?. Si cuando para, sobrevive la idiotez y volvemos a llorar. La mujer deja ir sus sueños por vivir en un ensueño, del que un día despierta y busca no recordar.
Duele, no solo mi panza. Duele, no solo mi piel. ¿Y quién calma este dolor?. Que el dolor se transforme en enojo. Ya no es bueno llorar por idioteces.
¿Y por qué nadie conserva la pureza de un rojizo sueño sano?, ¿y por qué todo es bajeza?. La mentira siempre gana su partida en el truco. El engaño pulsea a la amabilidad sobre una mesa y ríe al final. Una confusa verdad seduce a la mujer y se entromete en el salón del entresueño.
Calma, calma. Ya no te creo amor mio, ni en los sueños, ni en las palabras, ni en la vida.

Puede ser que algún día vuelva a nacer en tí. Es que no puedo no servir a esos ojos, no puedo no rendirme en tus brazos, no puedo dejar de sentir, o tal vez no puedo dejar de ser una completa idiota.  

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